Lo que me chocó de la ciudad era su mezcla de tradición y modernidad. Junto a edificios totalmente vanguardistas, costumbres de ciudad pequeña y acogedora, como saludar a todo el mundo que te encuentras.
La entrevista tuvo una serie de problemas técnicos, pero al final la hicimos justo antes de la presentación.
La librería que nos había invitado también reunía esa mezcla de lo nuevo y lo viejo. La Librería de Hijos de Santiago Rodríguez tiene más de cien años, pero ha sabido adaptarse a la modernidad. Su sucursal en el centro comercial Camino de la Plata.
La librera Mercedes, su hermano y su hija me dieron una calurosa bienvenida. Es un placer encontrar todavía libreros con ese amor por los libros. La presentación al final derivó en una amigable charla sobre el Siglo de Oro y los escritores protestantes.
Regresé a casa con la sensación de haber hecho amigos y el deber cumplido. Seguro que vuelvo.
Mario Escobar
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